IYENGAR YOGA
Actualizado: 28 abr 2021
ENTREVISTA A PROFESORAS DE YOGA IYENGAR EN URUGUAY:
LETICIA SAN MARTIN Y ROMINA GIAY

¿Dónde y cómo surge el Yoga Iyengar?
Romina:
Bellur Krishnamachar Sundararaja (B.K.S.) Iyengar nació en el sur de India, en la ciudad de Belur y luego se trasladó, a la casa de su cuñado, Krishnamacharya, que era un gran profesor de yoga, y quedó a su cuidado, ya que era un niño que había sufrido muchas enfermedades como Malaria y Polio en su ciudad natal.
Tirumalai Krishnamacharya fue profesor del hoy referente del Ashtanga Yoga, K. Pattabhi Jois, y de la Primera Dama del Yoga en América y presidenta honorífica de la Federación Internacional de Profesores e Instructores de Yoga en Uruguay, Indra Devi.
Para su cuñado, B.K.S. al estar tan debilitado por sus enfermedades, no fue para nada, su alumno predilecto y fue muy exigente y severo con él. No obstante, Iyengar siguió adelante y fue adaptando las posturas con apoyos y estudiando en profundidad la anatomía del cuerpo, hasta que logró ser el gran maestro en el que se convirtió. Fue entonces que su cuñado y profesor lo envió a la ciudad de Pune, donde gente de clases más altas buscaban soluciones a dificultades físicas y se vuelve especialista en el tema. Es allí donde funda su primer y gran estudio y escuela de Yoga.
Sus mismos alumnos, para identificar y distinguir su método de otros, por ser tan particular, le dieron como nombre el apellido del maestro.

B.K.S Iyengar y Sri T. Krishnamacharya
¿Quiénes están calificados para enseñar Yoga Iyengar?
Leticia:
El sistema Iyengar es muy riguroso en cuanto a la pedagogía. La formación no sólo enseña y pule las asanas, sino que también se profundiza en la manera de enseñarlas.
Pueden enseñarlo quienes estén transitando la formación o quienes ya se hayan certificado, y mantengan una práctica diaria puramente Iyengar sin mezclar con otro tipo de yogas.
¿Qué exámenes han rendido y en qué consistieron para poder ser profesoras de Iyengar Yoga?
Leticia:
Hay una preparación de tres años y más, asistiendo a presenciales intensivos para el examen de certificación.
El examen consta de tres partes:
1) Teórico (Asanas, Filosofía y Anatomía)
2) Examen de posturas
3) Examen de Pedagogía..
Lo toma un comité evaluador de varios profesores que a su vez se prepararon para tomar el examen.
Romina:
En mi caso, yo vivía en Granada, España y allí habían 3 profesores habilitados para hacer el seguimiento de formación en todo el país.
Si bien yo tenía muchos años de práctica, viajaba mucho y practicaba de forma muy autodidacta y con profesores varios, pero luego de hablar mucho con José María Vigar de Málaga, me aceptó para mi formación de 3 años.
La formación incluye tanto anatomía, filosofía, práctica de asanas así como pranayama.
Así rendí 2 exámenes. El primero INTRO 1, con jueces elegidos por la asociación española, donde se presenta una carpeta teórica sobre anatomía y filosofía y se rinde el examen de asanas y pranayama.
Aprobado éste, tienes un año para prepararte para INTRO 2, que es el que finalmente te da la habilitación para ser profesora de Iyengar y utilizar su nombre. INTRO 2 es dictaminado por 5 jueces, una práctica de 3 hs y con el resultado aprobado, te toman un examen pedagógico, donde tienes que dar una clase de 5 asanas con alumnos. Los lineamientos vienen directamente de India y son muy rigurosos a la hora de tomarlos.
¿Cuál te parece el aspecto fundamental a destacar del Iyengar?
Leticia:
La práctica Iyengar se fundamenta en la alineación y la precisión de las posturas/ asanas. Éstas tienen un diseño geométrico y dirección de fuerzas. Lleva años conocer y lograr las posturas en su perfección.
En el inicio se lucha con los músculos que están cortos, pero la correcta colocación de los huesos, el compromiso y la continuidad de la práctica, van llevando al alumno a lograr las asanas con menos esfuerzo y más levedad.
El practicante crece en concentración, estabilidad, fuerza y flexibilidad. Es un desafío a nuestra mente, integrarla a nuestro cuerpo para que puedan trabajar al unísono, con una conciencia abarcativa, sosteniendo en nuestro foco absorbido por la postura.

Romina:
En un principio, el Hatha y Ashtanga Yoga era lo que se practicaba principalmente, y es lo que practicaba el mismo B.K.S. Iyengar. Él luego desmenuza cada asana y estudia anatómica y a nivel incluso celular cada una de ellas.
En Iyengar, mientras se está practicando, el alumno realiza una meditación activa, ya que la atención que se requiere para cada alineación, es una forma de introspección.
Es por eso, que en las clases Iyengar no se utiliza incienso ni música, por ejemplo, porque para B.K.S., son estímulos que llevan la atención hacia fuera, y lo que él quería lograr es poder ir hacia adentro, llevar luz a cada rincón del cuerpo que no tenga conciencia, y así curar dolencias y enfermedades también. Muchas personas con problemas graves acudían a él por su conocimiento médico y anatómico.
Es así como se apoya en materiales o “props” para ayudar al alumno a llegar a las posturas, incluyendo a cualquier persona en la práctica. Ésta es la característica más grande y linda que lo diferencia de otras escuelas. Acercar el yoga a todo el mundo.

¿Qué “PROPS” se utilizan frecuentemente en Iyengar y para qué sirven?
Los props o elementos nos dan la estructura y la dirección del asana, nos hacen sentir la postura, tienen un rol importante para poder explorarla. Estabilizan y se puede permanecer más tiempo para profundizar las acciones. No son para evitar esfuerzos o por comodidad. Nos enseñan a redistribuir el peso, a anclar algunas partes del cuerpo, a alivianar otras.
Usamos la pared, bloques de madera, cintos, sillas y cuerdas. Con el tiempo y la práctica, vamos soltando los props.

¿Por qué es común que no hagan ejercicios de meditación en los primeros años de práctica de Iyengar?
Romina:
La meditación para B.K.S. Iyengar, es en realidad activa. Él busca que el alumno realice la introspección al estar concentrado en una asana y alineación, estando en el presente. Entonces, la mente descansa.
Para B.K.S., las asanas son el camino para fortalecer el cuerpo y así estar listos para poder realizar el Pranayama correctamente para culminar.
A un principiante se le introduce poco a poco el pranayama en ejercicios acostado boca arriba, que al estar avanzado en la práctica se realizan sentado.
¿Por qué eligieron practicar Yoga Iyengar?
Romina:
A mis 21 años, vivía en Italia y unas amigas me llevaron a una clase de Iyengar Yoga y me enamoré del método. Yo practicaba yoga de chica y para mi, el yoga significaba estar con gente mayor, música, incienso, movimientos muy suaves. Y estos amigos recién llegaban de Pune, en India, y nos contaron que habían estado un mes entero practicando únicamente la postura del pie. Me intrigó y me enamoró el método.
Empecé a practicar en estudios de Iyengar en cada lugar que iba porque viajaba mucho, y me compré un libro que fue mi biblia en un principio: “El método Iyengar” por Silva, Mira y Shyam Mehta, que son 3 ex alumnos de Iyengar que residen en Londres. Con ese libro fui practicando sola cuando no tenía estudios, hasta que finalmente llegué a Granada y luego comencé mi formación en Málaga.

Romina Giay - La Paloma, Rocha, Uruguay
Leticia:
Fui una buscadora toda mi vida, y cuando encontré al Yoga Iyengar, sentí claramente que no tenía que buscar más, ya lo había encontrado. Su seriedad, su precisión en las posturas, sentir todo el ordenamiento que la práctica nos deja y todo el encuadre filosófico que lo sustenta.
Es un camino para la vida que elijo, y comparto con total entrega.

Leticia San Martin - La Paloma, Rocha, Uruguay